NO HAY REVOLUCIONES TEMPRANAS..... NACEN DESDE EL PIE!

1 dic 2010

EDITORIAL:

Durante el desarrollo del presente número nos encontramos ante la necesidad de discutir con los compañeros la coyuntura actual, pero sobre todo el qué hacer en la tarea revolucionaria. No resulta algo raro que la tarea cotidiana nos aturda al punto tal de perder el “norte” de nuestros esfuerzos. Por esto son tan necesarios los espacios de reflexión y debate fraterno que clarifiquen los objetivos estratégicos y métodos.

El asesinato político es tal vez la herramienta más usada por el poder desde la antigüedad hasta nuestros días. Es usada por la burguesía y el Estado para amedrentar a los más débiles, disciplinar a las mayorías y, claro, eliminar a los líderes o a los que considera peligrosos.

El crimen de Mariano Ferreira, el balazo a Elsa Rodríguez y otros dos compañeros de protesta ejecutados por una banda de la Unión Ferroviaria, bajo las ordenes del secretario general José Pedraza, que veía y ve en la lucha de los tercerizados y en el apoyo de sectores del campo popular un enemigo a sus negocios o a su poder sindical, dan muestra de cuales son los limites tolerados por la patronal y sus lacayos que se las dan de democráticos.

Qué hacia mientras tanto el Estado Burgués representado en la escena por la policía; cuidaba, como siempre, la sacrosanta propiedad privada y no, obviamente, la vida de los trabajadores y el pueblo. El Estado – policía- se ausento para que la patota pueda “pacificar” a los revoltosos que amenazaban el pingüe negocio de las tercerizadas en manos de la Ugofe

Con las direcciones sindicales copadas por burócratas ajenos a los intereses de la clase, y con la mayoría de los puestos de trabajo sin siquiera representación gremial alguno, en los últimos años existen muchas experiencia de ataques policiales y para policiales contra los trabajadores que defienden los derechos laborales. Hospital Francés, Casino de Buenos Aires, Fate, Mafissa, Dana, UTA, Atilra, petroleros de Santa Cruz, obreros de Techint, Kraft, etc., son algunos de los lugares de trabajo donde los niveles de organización de la clase fueron combatidos cuerpo a cuerpo por la patronal y sus lacayos: patotas sindicales y fuerzas de seguridad.

De la ciudad al campo

En Formosa la alianza burguesía, estado –policías- y mercenarios de los terratenientes asesinaron a dos compañeros que estaban en un corte de ruta en Colonia la Primavera y encarcelaron a más de treinta compañeros Tobas de la comunidad QOM.

Sixto Gómez y Roberto López son apenas una pequeña parte de las muertes a que someten a los indios en todo el país e Indo América. Los terratenientes, como al inicio de la colonización, les roban sus tierras ancestrales mediante el fraude o el engaño y, luego los denuncian por usurpadores. La respuesta es y fue siempre una, ante la resistencia: represión y muerte. Ocultada por la prensa y obviada por una Justicia (¿?) cómplice que no juzga a quienes dan las ordenes de muerte. Pasó con Ferreira, Fuentealba, Julio López, Teresa Rodríguez, Sixto Gómez, Roberto López y la lista sigue. Los muertos se multiplican y la injusticia se hace una constante.

Cómo organizarse, qué hacer, cómo enfrentar las patotas que casi siempre tienen protección institucional del Estado. Todo esto forma parte de una práctica militante que debemos asumir todos aquellos que queremos transformar este presente por un futuro mejor y estamos dispuestos a enfrentarlos en cualquier terreno. Pobre favor le hacemos a nuestros muertos cuando decimos públicamente que nunca atacaremos a los agresores, ni que nunca lo vamos a hacer. Que negación profunda es obviar la violencia que ejerce la patronal y su sistema contra el pueblo trabajador cada día. Que acto de miopía política es no reconocer que existe una burocracia sindical protegida por el aparato del Estado, por sus leyes y reglamentos, conviviendo con las patronales y convertida ella mismas también en patrones. Burocracia sindical que no combate pasivamente contra los intereses de la clase, matones que organizan grupos armados para no perder sus privilegios defendiendo de paso a sus verdaderos socios, los patrones. Patronal que no se suicida ni se suicidará. Nuestra historia de lucha de clases nos demostró como es capaz de actuar cuando se encuentra acorralado, como los garrotes suplen a las zanahorias cuando sus intereses están en peligro real.

Allí donde hay una riqueza natural o, tierras aprovechables o algún negocio, siempre estarán: la burguesía, el Estado y los políticos/ sindicalistas burgueses para apropiársela sin importar a quien pertenece.

Los medios de difusión corporativos jugarán su rol. Harán SIEMPRE lo posible por ocultar y deformar los hechos, llegando a culpar incluso a las victimas de los crímenes o actos de violencia o, en el mejor de los casos, mostrando solo a los que reprimen y matan, y no a los que ordenan, a los autores intelectuales y reales interesados en la defensa de sus intereses.

Y muere Kirchner…..

….. muchos salen a verlo como la imagen rediviva de Perón, con la estrecha esperanza de un sector de la burguesía de recuperar un movimiento peronista agonizante desde hace muchos años. En el número anterior dedicamos enormes esfuerzos para definir qué modelo político conduce el aparato estatal, convencidos de que esta discusión aporta para la tarea cotidiana, con lo cual queremos evitar caer en repeticiones. No obstante nos parece importante reconocer el eco que este suceso trajo en las masas, lo que indica el grado de correlación de fuerzas aún favorable a la burguesía y sus lacayos.

Aun debemos reconocer las debilidades que tenemos como clase para enfrentar la hegemonía burguesa en los diferentes escenarios de disputa. Una alternativa clasista y por la emancipación Socialista aun esta lejos de nuestra realidad y del imaginario colectivo del conjunto de la clase. Los niveles de conciencia y organización aun son muy bajos.

Frente a esta situación nos parece importante definir el momento histórico que estamos atravesando, los métodos trabajo para modificar una realidad que obedece a los intereses de las minorías explotadoras.

El asesinato de Ferreira refleja la persecución constante de nuestros enemigos de clase, que se ampara en un modelo sindical que responde a sus intereses. Debemos dar la batalla en una realidad laboral que contempla la desprotección absoluta del trabajador bajo su legislación o mediante la persecución.

Reconocemos al trabajador como el sujeto histórico de cambio, todo lo hacemos nosotros decíamos en el número anterior. Es en el calor de la lucha y la formación lenta pero sólida de organización de base la que irá forjando los mecanismos de defensa de nuestros intereses.

La juventud esta dando los primeros pasos organizativos. Las experiencias de luchas anteriores forman parte de una rica referencia para definir el mañana. Pero lejos de caer en dogmatismos rígidos y anacrónicos, y ajustándonos estrechamente a la actualidad y las relaciones de fuerza hoy existentes, debemos sostener: “ni calco ni copia, creación heroica” de nuestras necesidades actuales y nuestros deseos futuros como clase.