NO HAY REVOLUCIONES TEMPRANAS..... NACEN DESDE EL PIE!

1 sept 2009

Situación nacional 1er semestre 2009:

A medida que entrábamos en el 2009 veíamos y nos sentíamos afectados por la crisis del capitalismo mundial que repercutía en la subdesarrollada economía nativa. Durante los últimos años, luego de la crisis del 2001, la economía argentina vio un amplio crecimiento, producto de la coyuntura internacional favorable en un país netamente productor de materias primas. Los precios de los comodities encontraron valores sin antecedentes, y si a esto le sumamos un dólar sobre valuado, los productores de bienes exportables vieron aumentada su tasa de ganancia.

La burguesía vio en estos años de crecimiento la necesidad de emplear mano de obra para no dejar pasar tan provechosa coyuntura. Frente al aumento sistemático y estratégico del ejército de reserva de desocupados que existía, y existe en el país, las condiciones laborales a las que fuimos sometidos fueron ampliamente más precarias que las que se vivieron décadas atrás. Por cada puesto de trabajo existían y existen numerosos trabajadores desesperados por llevar el pan a sus hogares, lo que favorece a reproducir la competencia entre miembros de la misma clase y el sometimiento a la súper explotación burguesa. Esta situación, tan beneficiosa para la burguesía nativa e internacional, no podría gestarse sin la complicidad de los gremios cooptados por la burguesía y de sus administraciones nacionales, provinciales y municipales que ponen todos sus servicios a beneficio de los intereses de la clase que representan, en pos de defender la sagrada tasa de ganancia y su necesaria propiedad privada de los medios de producción.

Frente a la crisis internacional, la economía argentina viene sufriendo una fuerte contracción, una caída de las ventas en el mercado internacional provoco la reducción de la producción interna dando como resultado lógico, dentro del orden capitalista, la perdida de miles de empleo, reducción de horas extras, cesantías y aumento de precios. Una vez más frente a la crisis de la burguesía somos los trabajadores quienes pagamos con nuestra vida el sostenimiento de su tasa de ganancia. Si a esto le sumamos lo ya detallado antes sobre el rol del estado burgués y de los sindicatos pro patronales, nos encontramos, frente a la necesidad de romper con la apatía, participando y organizándonos en los diferentes ámbitos de la vida social en defensa de nuestros intereses. Lejos de poder valernos de los instrumentos de mediciones estadísticas, cooptados por la clase opresora, vemos como los datos publicados son poco consecuentes con la realidad que vivimos. Se habla oficialmente de que en los primeros meses del 2009 se perdieron 222.000 puestos de trabajo, llegando la tasa de desempleo al 9,3% de la población, pero en esta cifra no se suman los subocupados, cesanteados, gerenteados por los planes de gobierno y la enorme masa de trabajadores que se encuentran contratados en condiciones ilegales, que en el conurbano bonaerense alcanzan cerca del 45% de la población laboral activa. A esta situación debemos sumarle la posibilidad de que las filiales internacionales se vayan del país producto de la crisis de súper producción en la que se encuentran dejando de esta forma a miles de familias sin trabajo[1]. Como veníamos analizando, la burguesía local vio rentable la inversión de sus ganancias en el mercado inmobiliario, ahí están las enormes construcciones que se vieron en los grandes centros urbanos de todo el país, pero frente a la baja de rentabilidad de su actividad económica, la reducción de la producción en este rubro es superior al 30% con la consecuente perdida de empleo y horas de trabajo de miles de obreros de la construcción.

Por otro lado observamos cómo el gobierno burgués intenta, a como de lugar, aumentar sus ingresos para re distribuirlo entre las corporaciones allegadas mediante subsidios y proyectos, legales o materiales, así como también dar vía libre a los tarifazos impulsados por las instituciones privadas[2]. En lo que va del año vimos el aumento de los servicios, el transporte, los medicamentos, la educación, los alimentos, los combustibles, pre pagas etc. Sin contar de que ya habían sido aumentados el año anterior. Las disputas salariales que se vienen dando, en los distintos sectores de la economía, lejos están de cubrir la inflación que venimos padeciendo en el campo popular. Esta incapacidad por parte de los sindicatos, las patronales y el gobierno de turno de satisfacer las necesidades del pueblo trabajador, agudizan el cuadro arrojando por debajo de la línea de pobreza a mas de 14 millones de argentinos por un lado (muchos de ellos trabajadores ocupados), e iniciándose una intensificación de la lucha mediante intentos modestos de organización para defender nuestros intereses. En lo que va del año se vivieron algunos conflictos en pequeños tallares Ecotermo, FP Impresora, etc., en docentes, en trabajadores de la salud, en grandes fábricas Avan, Ford, Fargo, Volkswagen, etc. y dentro de los sindicatos basados netamente en cuestiones reivindicativas en general. Salario, cesantías y despidos fueron el eje de la discusión. Poco a poco los trabajadores buscamos distintas alternativas para sortear la incapacidad que tiene este sistema de satisfacer nuestras necesidades, poco a poco vamos aprendiendo de la necesidad de participar, de organizarnos y de luchar por lo que es nuestro. De esta realidad es que entendemos el por qué de la participación de distintos trabajadores en las listas opositoras en los sindicatos, el inicio de frente de luchas en distintos lugares de trabajo donde no existen registros de experiencias previas, así también como el vuelco de distintos sectores a los sindicatos, y la toma de territorios y medidas de fuerza por parte de los sectores mas vilipendiados de esta sociedad. Esta participación ascendente por parte del campo popular dio sus primeras y pequeñas victorias pero son constantemente perseguidas por parte de los burócratas sindicales, fuerzas represivas estatales y para militares al servicio de los intereses de la clase dominante, así como también la complicidad por falta de solidaridad y conciencia de clase de compañeros y compañeras de los sectores en lucha que facilitan la tarea de represión de las fuerzas antes nombradas. En lo que va del año se observan algunos conflictos y persecuciones para aquellos grupos que intenten romper con el statu quo de la burguesía, caratulados como extremistas, terroristas, y demás “istas”, como así también “manijeados” por parte de las organizaciones “clasistas” que intentan rapiñar algún beneficio en su favor.

A esta situación critica en la que nos encontramos el proletariado en su conjunto, hay que sumarle la perdida de representatividad de las instituciones burguesas a lo ancho y largo del país. No es casualidad el adelanto de las elecciones legislativas frente a un panorama recesivo, como así también la enorme masa del padrón electoral que, alcanzando números históricos, se abstuvo de participar de las elecciones burguesas. Sostenemos que el adelanto de las elecciones, así como también las enormes fortunas destinadas a la propaganda partidaria y a la legitimación de la democracia burguesa, tiene un sentido táctico por parte de la burguesía, ya que el desconocimiento por un lado (algo que siempre fue utilizado por la burguesía para autentificar su opresión), pero sobre todo la falta de credibilidad por parte del campo popular a la politiquería “profesional”, hizo necesario el adelanto de las elecciones, ya que de haberlas hecho en el momento que correspondían hubieran agudizado aun mas el descontento debido a la insuficiencia antes mencionada, y al acrecentamiento de las condiciones de crisis económica mundial en la que esta inmerso el país. Frente a los resultados conseguidos luego del escrutinio, el oficialismo vio reducidas sus fuerzas en todo el país. Los “representantes del pueblo” una vez mas demostraron como, dependiendo de las alzas y bajas de poder de los sectores de la burguesía, se alinean en uno u otro “bando” vendiéndose al mejor postor. Que radicales K, que peronismo pro, que colicion cívica o falso socialismo, mas a la derecha o con falsos esmaltes populistas unos y otros argumentaban cuales van a ser sus estrategias para seguir defendiendo y sosteniendo el sometimiento de una minoría a las mayorías trabajadoras por los próximos 2 años. El debilitamiento del oficialismo antes mencionado abre las puertas a un nuevo panorama, dentro de la politiquería burguesa, donde veremos como unos y otros tejen alianzas, realizan falsas distinciones para que no se los asocie con tal o cual “modelo” sin olvidar que son todos hijos de la misma madre: la burguesía financiera internacional.

Lejos de ser tiempos de calma para la clase que nos explota día a día, los conflictos seguirán dándose. El deterioro del salario real como el aumento del desempleo y la pobreza ira agudizando las contradicciones de clase. El vuelco lento y progresivo en la participación popular ira dando giros hacia nuevas concepciones de la política, una concepción clasista y proletaria. La solidaridad de clase será imprescindible para evitar el avance de las condiciones de explotación y la participación en cada uno de los espacios: llámese sindicatos, puestos de trabajo, actividades barriales, centros de estudiantes, organizaciones campesinas, etc. donde se reproduce el capitalismo, será la llave para el principio de la organización en el campo popular, y la futura emancipación del proletariado en su conjunto hacia la conquista del poder popular y la sociedad socialista.



[1] Sabemos que la apátrida burguesía financiera priorizo y priorizará los países con mano de obra barata y desorganizada, leyes favorables y gobiernos títeres a sus intereses. Brasil, China, Centro America y varios países asiáticos son hoy los lugares propicios para garantizar su tasa de ganancia en el mercado mundial.

[2] No olvidemos el plan anti crisis que impulso el gobierno buscando “evitar” los despidos masivos. Utilizando dinero proveniente de la Anses, el estado nacional destina 600 pesos por obrero a grandes firmas a fin de darle una “ayudita” para que estas puedan pagar los sueldos, pero sobre todo mantener sus enormes ganancias.