NO HAY REVOLUCIONES TEMPRANAS..... NACEN DESDE EL PIE!

11 may 2011

NOTA DE OPINION

DEMOCRACIA, ¿qué se esconde detrás de esta palabra?

Esta es la palabra que más usan los medios y los referentes del imperio y sus lacayos, viene del griego donde Demos es el pueblo y Kratos es poder, traducido es el poder del pueblo.

¿De qué estamos hablando cuando hablamos de democracia?, es obvio que la mayoría está hablando de otra cosa. Llaman democracia a la libertad de negocios, otros se refieren solo al estado y sus circunstancias o dicen muchos que sólo es una técnica de gobierno. Dicen que gobernamos nosotros pero no nos dejan hacerlo porque la democracia entendida como el poder del pueblo, que somos nosotros, es usurpada por los dueños del verdadero poder, los que tienen los bancos, las empresas, el estado y sus cuarteles. Ellos solo nos dejan votar -cuando no hacen fraude como en Chubut- pero no gobernar. Gobiernan en nuestro nombre, pero solo defienden sus intereses. La constitución nacional dice que el pueblo no delibera ni gobierna sino a través de sus representantes, pero ¿Quiénes son estos representantes que dicen ser la voz legitima, la carne viva de los intereses del pueblo trabajador?

La verdadera democracia sería que el pueblo se gobernara en función a sus necesidades e intereses, si fuera así ¿cómo podríamos tener bajos sueldos, trabajar para la riqueza de otros, no comer, no tener una casa decente, un país mejor? ¿Dejaríamos de trabajar, de sembrar, de producir riquezas, hacer caminos o mantener la administración de las necesidades comunes? ¿Acaso estaríamos en contra de la libertad, de nuestra libertad?

La democracia parlamentaria no representa a todo el pueblo, solo a los intereses de una poderosa minoría, que es la que gobierna. El capitalismo ha transformado la palabra democracia en una mercancía más que le venden al pueblo. Los funcionarios del estado son individuos separados del pueblo hayan pertenecido a él o no, porque inmediatamente son dotados de privilegios y poderes que los transforman en una casta burocrática tan cercana al poder económico como alejada de sus antiguos compañeros. Así vemos a los burócratas sindicales, a los políticos “de raza”, a los dueños de bancos, de fábricas, de financieras, militares que están a su servicio. Todos aptos para el poder, todos en nombre de “La democracia”

Cuando nos hablan de democracia, nos están hablando de negocios, de sus negocios.

Cuando cortamos una ruta somos antidemocráticos, cuando aumentan los peajes que también cortan rutas son democráticos.

Cuando pedimos aumentos de sueldo según la inflación nos lo niegan porque se calienta la economía, cuando aumentan los alimentos está bien porque la economía se enfría, cínica forma de decir que vamos a consumir menos para que ellos ganen más.

Cuando votamos son felices, porque convalidamos la mentira, pero cuando salimos a la calle a ejercer nuestro derecho democrático de protestar nos reprimen y nos matan (19 y 20 de dic. 2001) ¿y la democracia?, bien gracias hasta la próxima votación, el próximo engaño.

Solo aceptan discutir cómo funciona y se ejerce el poder, nunca como se construye ese poder y a quien va dirigido, nosotros somos solo votantes, ellos son los dirigentes.

Democracia es solo libertad de negocios, propiedad es solo su propiedad privada, mucha gente ni siquiera tiene casa, no existe el buen salario porque existe la ganancia y si sube el salario dicen, baja la ganancia.

SOCIALDEMOCRACIA Y POPULISMO

Dos caras de una misma moneda. Suben al gobierno prometiendo satisfacer las necesidades de las más amplias masas, reconocen intereses y conquistas de la clase trabajadora, es más, muchos apoyan e implementan expectativas y anhelos de justicia e igualdad. Llegan a creer en el mejor de los casos que pueden doblegar pacíficamente a la burguesía, que los medios de producción capitalista van a pasar alegremente a nuestras manos, porque hay unos señores burgueses buenos que dejaran de robarnos y explotarnos porque lo merecemos. Muchos gobiernos son bien intencionados, los que nunca son bien intencionados son los dueños del poder, que no lo comparten con el pueblo ni lo van a compartir por las buenas. El problema es que son incapaces de defender las conquistas de los trabajadores, porque no organizan ni arman a los pueblos para resistir los embates del imperialismo y los patrones nacionales, sus fieles socios.

No pueden solucionar realmente nuestros problemas porque no es el pueblo el que está en el poder y por más voluntad que se ponga la puja entre los poderosos y nosotros no es pareja y, el estado termina cediendo terreno ante el poder combinado de las burguesías nativas e internacionales que tienen en sus manos los medios de producción y todo el aparato de propaganda del sistema, sin olvidar que las fuerzas armadas y de seguridad por lo general les son adictas. Claramente decimos que no pueden ser revolucionarios porque el poder real está en manos de nuestros enemigos de clase, la burguesía tanto nativa como internacional y mientras sea así el estado será un estado burgués.

Se avecinan nuevas elecciones y aparecen inmediatamente los viejos actores de este teleteatro del terror, los Duhalde, Menem, Moyano, Alfonsín, Cristina, la izquierda oportunista y cuanto político o burgués quiera ponerse el traje de payaso, pero no van a hacernos reír, esperamos que empecemos a aprender de nuestros errores, nos organicemos en forma independiente, no los votemos y empecemos juntos a cambiar esta realidad para hacer cierto el paradigma de la palabra “democracia” el definitivo poder para el pueblo.