NO HAY REVOLUCIONES TEMPRANAS..... NACEN DESDE EL PIE!

15 may 2011

Algunas consideraciones del plan económico impuesto desde la última dictadura militar a la actualidad.

El plan de exterminio protagonizado por las fuerzas armadas del capitalismo, en el marco del Plan Cóndor, fue la punta de lanza para poder implementar el plan económico necesario en la reproducción y restructuración capitalista local.
Este plan que llevó a la desindustrialización generando la inundación de productos manufacturados provenientes del exterior, con la consecuente persecución y exterminio del sindicalismo combativo, fue acompañado por un abrupto congelamiento del salario que generó una fuerte caída del ingreso. Si lo llevamos a datos porcentuales debemos decir que entre 1976 y 1980 la caída fue cercana al 40%. El aumento masivo y creciente de la desocupación fue notorio año a año, del 5,8% registrado en 1974, pasó al 12,8% en 1980 y al 37,4% en 1982. Vale recordar que estos porcentajes siguieron creciendo durante el gobierno de Alfonsín y Menem respectivamente llegando a niveles históricos para el 2001 – 2002.
A su vez, frente al aumento de la población empobrecida existió una casta cercana al gobierno que se enriqueció desmesuradamente, como resultado de esto la brecha que separó el ingreso entre ambos sectores creció ampliamente. Debemos tomar como referencia que si en los ´80 el 10% más rico obtenía 15 veces más que el 10% más pobre, en los ´90 paso a ser 19 veces la diferencia, en el 2000 24 veces y en el 2007 era 35 veces el contraste.
A su vez, este aumento de la desigualdad lo podemos observar claramente en la participación de las ganancias. Si bien se agita mucho con el discurso del crecimiento económico sostenido a lo largo de los últimos años, y la reinserción de los trabajadores al sistema productivo, la misma se da en un nuevo escenario de las condiciones de trabajo que se ilustra claramente en la participación en las ganancias. Veamos, si para 1974 los trabajadores teníamos un 48,5% de participación en el producto bruto interno – PBI-, para 1993 la participación descendió al 43%, y al 30% en el 2006. Esto se ve traducido en que actualmente los salarios reales tienen un retroceso del 51% respecto al año ´74. Algunos se atreven a traducir en dólares el robo perpetrado por las patronales con la asociación del estado, calculando que desde el año 1992 al 2004 se le robaron a los trabajadores 33.548 millones de dólares.