NO HAY REVOLUCIONES TEMPRANAS..... NACEN DESDE EL PIE!

1 ago 2011

Campaña electoral: Cuando a la política se la vacía de contenido.

Hace tiempo que venimos recibiendo abundante propaganda sobre el auge de la política, la discusión y la militancia. Sin embargo en el contexto de los actuales comicios la realidad supera la ficción y es la política la que esta en desprestigio.

Asistimos a una campaña sin política, donde lo que reina es la propaganda, el marketing y las chicanas. Consignas vacías de contenido propias de propagandas de consumo llenan y llenan los espacios publicitarios. Gobernar bien, sos bienvenido, con vos, se puede, confío en vos y tantos otros enunciados que son armados por los arquitectos del marketing que trabajan para tratar de dar forma a un postulante.

Lejos quedaron los políticos que, mas allá de su ingrata trayectoria, construyeron la misma en la militancia política. Lo que hoy reina son personajes sacados de la galera, actores que tengan un mínimo de ascendencia en la sociedad para mostrarlos como caras de “lo nuevo”, “lo honesto”, “lo eficiente” o “el recambio”. Allí están a la pesca los partidos burgueses y sus representados para legitimar y condimentar un nuevo sapo que se le quiere hacer tragar al pueblo trabajador en estos nuevos comicios.

Solo de esta manera se pueden entender las limitaciones, la debilidad desde donde tratan de mostrarse fuertes y solventes las distintas propuestas. Cómo Carrio puede tener el eco en los medios que tiene con la bajísima intención de voto, sino fuese por su inquebrantable ligazón con el grupo Clarín. Cómo Macri, pese a estar procesado por actividades ilegales, haber demostrado tener una nula intención de desarrollo de los servicios públicos con sub. ejecución del presupuesto en salud, vivienda y educación, se muestra como la nueva cara de la eficiencia política. El armado de alianzas espurias como la del radicalismo con el narcotraficante de De Narváez, o las limitaciones del propio Pino en la conformación de un frente progresista que logre arrancar alguna simpatía en el electorado.

La oposición mantiene una terrible debilidad que se busca esconder con argumentos poco convincentes, pero que son potenciados por las propias debilidades del kirchnerismo que empieza a dar algunas ventajas importantes.

El caso de las elecciones porteñas es un buen ejemplo. Debemos contextualizar este análisis teniendo en cuenta en primera instancia el alto porcentaje de electores que no participaron en la votación, que votaron en blanco, impugnaron o cedieron su voto “bronca” a una fuerza marginal.

El autismo kirchnerista apostó sus cañones al PRO y la semana siguiente el conjunto de medios de comunicación afines salieron a hablar sobre la actitud conservadora de los votantes porteños, utilizando la carta de Fito Páez, supuesto vecino de la ciudad, como bastión de su discurso. Situación que muestra su debilidad en el armado y organización de su construcción política en la Ciudad. Utilizar a un músico como Páez como vanguardia intelectual de su discurso es tratar de pinchar en la coyuntura con un cuchillo de palo eludiendo autocríticas a sus propias limitaciones. La realidad demostró que en las internas kirchneristas primaron las mezquindades del conjunto de las organizaciones que militan el frente. Quedó claro, también, que es La Campora quien maneja la batuta en la interna, y que sus “representantes” universitarios en los barrios carecen de inserción real, de trabajo serio y de reconocimiento político en las comunas. Consecuentemente esto llevó a una inevitable derrota. Misma suerte corrió el armado de los postulantes al ejecutivo de la Capital Federal, no fue su labor en la ciudad, su inserción en las comunas, su trabajo constituido en el tiempo lo que determino sus postulaciones, su maduración para encabezar las listas, sino el sondeo de las encuestadoras que definieron que la formula Filmus-Tomada sumaba más votos que con Bodou. Esto a la población, que aun cree en el voto, le pesa y le pesó.

La verticalidad con las que se toman decisiones en el kirchnerismo muestra que tán reducido es el núcleo de mando. Pero lo peor es que deja en evidencia la falta de pensamiento crítico, el culto a la personalidad y el juego a los sectores más conservadores que pertenecen al frente kirchnerista en el seno de las organizaciones que se reivindican progresistas o hasta revolucionarias. Son estas organizaciones las que le están haciendo el caldo gordo a la burguesía. Son estas organizaciones las que con su obsecuencia y limitaciones políticas favorecen la concentración de capital, la contaminación del país, los feudos en las distintas provincias, el pago de la deuda externa, el trabajo esclavo/precarizado, etc.

Hoy es difícil definir quienes son los representantes de este autodenominado gobierno “nacional y popular”, ya que ninguno pasa el archivo, todos tienen sus manos manchadas por la corrupción, la represión y la entrega a los grandes capitales. Como decíamos en el número anterior todos tienen un pasado poco nacional, poco popular, y en algunos casos hasta poco peronista. Misma suerte corre el compañero de formula de Cristina, Amado Bodou, conocido por su militancia liberal en la UceDE con los Alzogaray, su riguroso pago a las bancas internacionales, como actual ministro de economía, junto con los suculentos subsidios a las multinacionales que operan en el país con la plata de los jubilados, y su intachable relación con el establishment financiero internacional. Sin embargo seguimos padeciendo la mentira de que si no apoyamos este gobierno reforzamos la posición de lo viejo, lo liberal, lo empresario. Nada de eso es verdad.

Por último, no podemos negar la evidente vocación de poder que tiene Cristina Fernández, como la que tenia Néstor Kirchner, pero esta vocación no es sinónimo de saber construir poder, y es aquí donde esta, al menos hoy, su talón de Aquiles.

Lamentablemente debemos reconocer que desde el campo popular se opera, en líneas generales o al menos desde lo visible, del mismo modo que construye la burguesía. No se trabaja en función de una lógica de acumulación de fuerzas, de representar los intereses reales de la clase trabajadora siendo parte de esta y, consecuentemente, reconocido por las masas formando parte de una alternativa real de construcción opuesta a nuestros enemigos de clase. De esta manera se favorece y refuerza la lógica de contenido de nuestro enemigo por la ausencia real de nuestros compañeros en el seno de las organizaciones de masas.

Por esto que consideramos que las elecciones porteñas fueron un claro ejemplo de la apelación conservadora del electorado que prefirió optar por lo conocido a la rosca interminable de los personajes que están lejos de representar sus necesidades.