NO HAY REVOLUCIONES TEMPRANAS..... NACEN DESDE EL PIE!

1 dic 2009

Pueblos campesinos:


Masacre del Perú, una lucha reciente contra la burguesía, con larga historia en Indo America toda.

Por: Roberto Amarú

La masacre por parte de la administración burguesa de Alan García en el norte del Perú, durante el mes de junio, es una de las tantas expresiones de contradicción de intereses entre el pueblo en su conjunto y la burguesía. Minorías explotadoras que intenta sellar a sangre y fuego el camino de explotación capitalista en función a un beneficio personal y en nombre del mal llamado desarrollo. Entendemos que la lucha librada por los pueblos indígenas amazónicos son una de las tantos espacios donde habrá que librar una batalla constante y firme contra el imperialismo, y que la cuestión indigenista en particular y del campesino en general, no puede ser abordado como algo estanco o independiente del resto de las expresiones de opresión por parte de la burguesía al pueblo todo.
Desde el P.R.I.S., mediante esta herramienta de difusión que hemos llamado Sendas Guevarístas, saludamos la heroica lucha librada por los pueblos del Bagua y rendimos nuestra solidaridad difundiendo este conflicto.

Breve reseña histórica:
Perú es una nación que deviene del choque violento del mal llamado encuentro de dos mundos posterior al arribo de Colon allá por el año 1492 en el caribe de nuestra mayúscula America. Previo a la conquista del continente indo americano por parte del imperio español, portugués e ingles, se desarrollaban en la región un sin numero de comunidades, organizados en sistemas de propiedad colectiva (comunismo primitivo), que sembraban, cazaban, se reproducción, innovaban, guerreaban, etc. con enormes capacidades y eficiencia. El modelo productivo del que participaban, entre otros, los más 70 millones de aborígenes asesinados por la conquista europea, lograba un equilibrio entre la satisfacción de las necesidades de los pueblos, con la protección y conservación de la naturaleza, de la cual se sabían parte inseparable. Las riquezas obtenidas en estas tierras, oro y plata principalmente, formaron parte del capital que la burguesía europea necesito para la posterior revolución industrial sucedida cerca de 200 años después. Conocida es la frase del escritor uruguayo Eduardo Galeano cuando en su libro Las Venas Abiertas de America Latina grafica que con la cantidad de plata extraída del cerro rico de Potosí, Bolivia, se podría construir un puente de plata que cruce el atlántico uniendo America con Europa. Las necesidades parasitarias de las minorías europeas que se apoderaron de los territorios sudamericanos, que sedientos del metal destruyeron todo lo que vieron a su paso, no dudaron un segundo en liquidar hasta el ultimo indígena que pudieron, ya sea en el campo de batalla, en las caserías o en las minas y cultivos en condiciones insalubres. Pasados los años y ante la necesidad de mano de obra, fueron los hermanos africanos los que cazados en sus lugares de origen, fueron hacinados en viajes eternos y vendidos como esclavos en estas tierras. Fue tal el crecimiento de esta practica que en zonas como Haití, Brasil, Cuba, Jamaica, etc. que la población negra conformo la inmensa mayoría de la población. Con la destrucción total de la organización originaria, se implantaron nuevas relaciones de producción que combinaban aspectos de tipo feudal con el incipiente modo capitalista y el régimen de esclavitud como relación entre explotados y explotadores. Esto trajo un sin numero de complicaciones, que no vienen al caso en este articulo, pero si cabe mencionar que fue el principio de una larga lucha de resistencia de los pueblos originarios y esclavos contra el sistema capitalista que buscaba implantarse hace ya 500 años atrás. Allí encontramos las rebeliones de Tupac Amaru, la independencia de Haití en manos de los esclavos africanos, las revueltas campesinas de Brasil, etc.

Los recursos naturales, ayer y hoy.
Los recursos naturales de la región siempre fueron muy codiciados por la burguesía internacional, independientemente si nos referimos al periodo de la conquista o luego de la formación de las republicas. Antes fueron las carnes y cereales en Argentina, el cobre en Chile, el oro, caucho y algodón en Brasil, la plata en Bolivia, el arroz, guano y salitre en el Perú, el azúcar en centro America, etc. mientras que hoy se trata principalmente de los monocultivos (soja y árboles), petróleo, agua y yacimientos mineros que son parte de los principales recursos que las garras imperiales y burguesías nativas, asociadas a las primeras, intentan explotar. Esta situación viene trayendo en toda la región puntos de choque entre intereses contrapuestos desde lo económico y lo cultural. Los capitales foráneos buscan la ganancia dejando en el camino un tendal de consecuencias negativas que son ajenos a sus intereses. Sequía, muerte, contaminación, desocupación, enfermedades, deuda publica, son algunas de las consecuencias que se viven en nombre del “progreso”.
El Amazonas forma parte de un lugar estratégico, tanto para la vida de la humanidad, producto de su gran biodiversidad, como para la burguesía imperialista por su riqueza material en función de sus intereses, solo medible en valor monetario. De conocimiento público son los yacimientos de petróleo y gas que han sido encontrados en las últimas décadas en la región, que favorecieron a países como Venezuela, Bolivia, Ecuador y Colombia primero y Brasil mas tarde. También de conocimiento publico son algunos de los conflictos en relación al tema, como es el del país hermano boliviano con la región separatista de la medialuna del oriente (frontera con Brasil y Paraguay), que impulsado por los intereses de las transnacionales gasíferas y los terratenientes sojeros presionan para la independencia de esta rica región sobre el resto del país. Frente a las inmensas ganancias que se obtenían, estas zonas formaron parte de un lugar estratégico para el mapa mundial de reservas energéticas, lo que llevo a que grande multinacionales europeas, chinas y japonesas, junto con las rusas y norteamericanas a que se disputen la presa en detrimento del pueblo. Este abrumador panorama de saqueo, contaminación y muerte en relación a los hidrocarburos se termina de agudizar con el monocultivo en crecimiento que presiona sobre los aun extensos territorios de la selva amazónica, y los pequeños productores campesinos y pueblos originarios.

Petróleo, horizonte negro del Perú
En el marco de este saqueo se encuentra el Perú, país que en desgracia para muchos y gracia para pocos ha encontrado grandes yacimientos de petróleo en las zonas costeras y amazónicas. Luego del infame periodo del genocida de Alberto Fujimori como presidente de la nación, y de su sucesor Toledo, devino la segunda presidencia del líder del APRA (Alianza Popular Revolucionaria Americana) Alna García, que nada tiene de revolucionario y mucho de burgués. Este nefasto personaje tiene como principal antecedente represor los sucesos ocurridos en el año 1986 cuando, también ejerciendo la presidencia de su país otorgo impunidad a los autores de 261 muertes en la represión al motín realizado por los presos políticos pertenecientes a Sendero Luminoso en las cárceles, que demandaban mejores condiciones de reclusión. No conforme con tal terrible episodio, el vicealmirante Luis Giampietri Rojas, jefe de uno de los operativos, es el actual vicepresidente del segundo gobierno de Alan García. Pero también Alan es conocido por sus agachadas al imperio yankee favoreciendo el Tratado de Libre Comercio (TLC) que permite, entre otras tantas cosas, que empresas transnacionales ocupen tierras pertenecientes a los pueblos originarios del Perú.

TLC, vender el alma al diablo
En mayo de 2004, comenzó a negociarse el TLC con Estados Unidos, tratado que elimina obstáculos al intercambio comercial, y además facilita el acceso a bienes, servicios y flujos de inversiones, a su vez incluye un paquete de modificaciones legislativas. Pretender que Perú intercambie comercialmente, en igualdad de condiciones y beneficios, en nombre del progreso con la primera potencia mundial es algo así como querer venderle hielo a los esquimales. Pero finalmente, el TLC fue suscrito en diciembre del 2005 en Washington, siendo presidentes Alan García y George W. Bush. La firma del tratado generó grandes movilizaciones ese año a lo largo y ancho del Perú. En junio de 2006 fue ratificado por Perú, y en diciembre de 2007 por los Estados Unidos. El 1º de febrero de 2009 entró en vigencia.

El TLC y la cuestión de la tierra:

Sabido es que la tierra constituye el bien fundamental de todo campesino, y el objeto de vida de los pueblos originarios, entendiendo a Naturaleza como la madre de todas cosas. Con la realización de este tratado son 63 millones de hectáreas las destinadas a parcelar en grandes propiedades de “5.000, 10.000 ó 20.000 hectáreas, pues en menos terreno no hay inversión formal de largo plazo y alta tecnología” diría el presidente García. Sin embrago, "La amazonía peruana constituye todavía hoy un área marginal, lejana, incomunicada, carente de infraestructura. Un espacio donde el Estado parece ausente, aunque no lo está al momento de promover proyectos extractivistas -en manos privadas- y disponer fuerzas de seguridad para garantizar su viabilidad" dijo en una entrevista Vladimir Pinto abogado del Programa de Defensa de Derechos Indígenas . Continuo diciendo que “En los últimos años kichwas y achuar (pueblos indígenas) libraron fuertes luchas por la remediación de los impactos socio-ambientales derivados de los derrames de crudo y aguas de formación y soportando represiones obtuvieron algunas mejoras,(…) enroladas en la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) luchan para poner freno a la privatización de los territorios y al avance de proyectos extractivas, cuando el 75% del amazonas peruano está concesionado a la actividad hidrocarburíferas” continuo Pinto.

Masacre del Bagua
El junio del corriente año se vivió una serie de episodios sangrientos cuando el gobierno ordeno la represión en manos del ejército, en la zona de Bagua al norte de Perú. Habían sido cortada la carretera durante unos 10 días por unos 2 mil 500 indígenas, como parte de una serie de protestas de unas 65 etnias amazónicas organizadas en la AIDESEP (Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana). Pero esta situación no es un hecho aislado en la larga lucha de los pueblos originarios amazónicos del Perú, que luego de la activación del TLC en el 2005 vieron agudizada su situación presente y futura.
A continuación haremos una pequeña reseña histórica sobre los sucesos que llevaron a la tragedia del 5 de junio del 2009 :
2005 y 2006: gestión del TLC entre Perú y Estados Unidos
Año 2006, el campamento de producción de la petrolera argentina Pluspetrol estuvo tomado dos semanas por el Pueblo Achuar y fruto de esa movilización lograron un acta donde la empresa reconoce en parte su responsabilidad en la contaminación y se compromete a tomar medidas de reparación, bajo la garantía del Estado peruano.
Noviembre, 2007: Alan García publica artículos en el diario El Comercio, defendiendo la explotación comercial de la amazonía peruana y obviando los derechos indígenas.
Diciembre, 2007: García obtiene autorización del parlamento para legislar por decreto durante 6 meses en función a la activación del TLC, incluso en temas relacionados a la región amazónica. Bajo estas circunstancias se sanciono el Decreto Ley 1090 (Ley Forestal y de Fauna Silvestre), uno de los ejes de la polémica, que deja fuera de protección a 45 millones de hectáreas, es decir al 64 % de los bosques de Perú pudiendo ser vendidos a capitales privados.
Marzo, 2008: toma del aeropuerto que tiene Pluspetrol en la comunidad de Andoas, la empresa junto con el estado nacional adoptaron la política de militarizar la zona, donde se produjeron torturas a dirigentes indígenas en las instalaciones empresa por parte de la Policía “Nacional”.
Junio, 2008: García promulga los decretos que permiten a las transnacionales explotar riquezas del subsuelo amazónico.
Agosto, 2008: comienzan las movilizaciones de los pueblos originarios contra los decretos, organizada por la Aidesep, presidida por Alberto Pizango
Abril, 2009: ante el silencio y la complicidad del Congreso, la Aidesep decide retomar las movilizaciones
Mayo, 2009: el gobierno declara “estado de emergencia” en la zona amazónica.
19 de mayo: la Comisión de Constitución del Parlamento declara el DL 1090 como inconstitucional, producto de la fuerte presión indígena.
22 de mayo: empieza a ser hostigado Pizango por “fomentar la rebelión, la sedición y la conspiración” contra el Estado peruano. Quien días atrás había invocado al “derecho a la insurrección”
26 de mayo se produce una masiva movilización en Lima en apoyo a la lucha amazónica.
4 de junio: la Defensoría Pública argumenta que los decretos presidenciales son inconstitucionales, por violar los derechos indígenas. El APRA con mayoría parlamentaria, impide al Congreso debatir la derogación de las leyes. El clima se tensiona.
5 de junio: en horas de la madrugada, efectivos de fuerzas armadas atacaron a más de 4.000 indígenas. Con tres helicópteros, 639 efectivos, armas de guerra y gases paralizantes causando más de 50 muertos indígenas y se calcula que hay hasta la fecha cerca de 400 desaparecidos. A esto hay que sumarle los 11 hombres muertos de las fuerzas represivas del estado burgués. Demostrando la brutalidad con la que operan estas fuerzas, testigos afirmaron que los militares incineraron cadáveres y los arrojaron al río para ocultar la masacre, a la vez que tomaron prisioneros heridos en los hospitales.
La zona quedo militarizada y los indígenas no pueden recoger los restos de sus compañeros muertos en los cerros aledaños, tratados como subproductos de la sociedad peruana por el propio Alan García, que si se encargo de recibir los cuerpos de los 11 policías muertos en Lima para despedirlos con honores.
Por otro lado, para completar el panorama de esta realidad, Alberto Pizango obtuvo asilo en Nicaragua junto con dos de sus colegas como resultado de la violencia y en calidad de perseguidos políticos. El número de indígenas que enfrentan cargos supera los 120. De los presos no hay registros exactos.
Si bien sabemos como los gobiernos burgueses manejan las estadísticas a su conveniencia, producto del rechazo generalizado en el Perú a la masacre, la popularidad del presidente cayó del 60% a menos del 25%. Además fue necesaria la creación de una comisión especial que investigue lo ocurrido con plazo hasta el 9 de diciembre para presentar sus conclusiones. Comisión a en la cual no depositamos confianza alguna, pero que son expresiones de la debilidad de la administración de Alan tras la obscena medida represiva contra el pueblo peruano.

Últimos datos
En la actualidad los pueblos amazónicos vienen perdiendo todos sus derechos. Con el avance de la explotación capitalista y sus consecuencias (guerras, desertificación, contaminación, enfermedades, división de clases, hambre, invasión cultural, etc.) ya son 150 mil los campesinos desplazados de sus tierras a la pobreza absoluta en las grandes ciudades, siendo el Perú el segundo país sudamericano con mayor cantidad de personas en esta situación. Sabemos que el gobierno burgués de Alan García no hará nada por evitar esta situación y que su administración es fiel a los intereses que lo pusieron en la presidencia. En las ultimas semanas se registraron exploraciones de las firmas Iamgold Perú S.A que opera en la extracción de oro en los 3 continentes teniendo ganancias por 460 millones dólares, y de la petrolera anglo-francés Perenco, entre otras. El Gobierno tiene la obligación legal de cumplir con la jurisprudencia de la Corte Interamericana con relación a las comunidades indígenas, al derecho a consulta y al derecho de propiedad sobre los Territorios Comunitarios de Origen (TCO) indígenas. Pero sabemos muy bien, debido a los antecedentes históricos y realidad actual, que las reglas burguesas son para que las cumplan los pueblos y no la burguesía.
Entendemos que la lucha de estos pueblos del Perú no es ajena a los que se encuentran en Brasil, Colombia, Ecuador, Guayanas, Surinam y Venezuela, es decir el resto de los campesinos de Indoamerica. Todos estos, al igual que el pueblo en su conjunto, se ven explotados y asesinados por las garras del imperialismo.
Como diría el revolucionario peruano José Carlos Mariategui desde puntos de vista socialistas no nos detenemos a analizar el problema del indio desde lo humanitario, sino desde el problema de la tierra, una reivindicación fundamentalmente económica. Pero para tal solución, como la del campesinado todo, no nos conformamos con la solución individualista del fraccionamiento de la tierra en pequeñas propiedades, que no es ni revolucionaria, ni bolchevique, ni socialista; sino que es ortodoxa, capitalista y burguesa. Para el problema de la tierra soluciones comunales, el socialismo en la agricultura y en la vida campesina.
Desde los bosques anegados del corazón indo americano, el pueblo se levanta, el pueblo sigue luchando contra el saqueo de los recursos naturales, contra el saqueo a la vida, contra el futuro negro y sombrío de la burguesía imperialista y sus obsecuentes administradores públicos. Minoría privilegiada que ha parasitado en nuestra America durante los últimos 500 años, pero que el pueblo mestizo y valiente que la compone sigue manteniendo el puño alto, fuerte y firme por un futuro más humano.