NO HAY REVOLUCIONES TEMPRANAS..... NACEN DESDE EL PIE!

1 dic 2009

Editorial "Sendas" Noviembre Diciembre


Un mes más ha pasado y siguen pataleando los mismos sectores reaccionarios, que intentan, a como de lugar, imponernos las ideas de la clase dominante. “El que mata tiene que morir” decía la “intelectual orgánica” Susana Giménez que se sumo, e incremento, el coro de plumíferos que dentro de los medios masivos de comunicación deforman, moldean y condicionan la percepción que la sociedad en general tiene del mundo. Estos deformadores conforman un segmento dentro de la clase dominante, son los que realizan el trabajo intelectual de propagar e imponer las ideas de la clase opresora sobre las más amplias masas. Los voceros de la ideología esclavizante van desde los “inofensivos” entretenedores como Susana Giménez, Mirtha Legrand, Tinelli, Rial, Ventura, etc. pasando por “analistas políticos” como el fallecido Neustad, Mariano Grondona, Longovardi, Hadad, Gonzáles Oro, Majul, etc. Nunca esta de mas recordar el pasado que estos mitos urbanos, que la burguesía sabe crear, tuvieron en la pasada dictadura militar a Videla en los mediáticos almuerzos de Mirtha, o la aprobación de Susana a la junta militar y demonización de compañeros que luchaban por la Revolución calificándolos como “terroristas” o negando su desaparición, como así también el apoyo incondicional de Neustad y Grondona a las privatizaciones y demás medidas liberales del gobierno menemista, o el robo de Tinelli de tierras ancestrales a la comunidad Mapuche en la Patagonia. Entre otras que quedan en el tintero.
El tema de la inseguridad es el caballito de batalla que hoy la clase dominante utiliza para justificar el aumento de su violencia. Marx y Engels arrojaron luz al tema en su libro “La Ideología Alemana”, explicando que “las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época;
o, dicho en otros términos, la clase que ejerce el poder material (capital) dispone con ello, al mismo tiempo, de los medios para la producción espiritual”. Pero estos siervos del sistema capitalista no se hayan solos para engañar a las masas explotadas, cuentan además con individuos surgidos del propio aparato burocrático del Estado cumpliendo el mismo rol de engañar, a veces contando con una mayor autoridad por el solo hecho de ser funcionarios públicos, difundiendo en el actual contexto social las ideas e intereses propios de la burguesía para que sean confundidas como los de la sociedad toda. Carlos Tomada, Ministro de Trabajo, por ejemplo, califico a los legítimos paros del subte como “salvajes y extorsivos”.
En un contexto de ofensiva capitalista periodistas, intelectuales domesticados, famosos de la televisión y otros medios de la incomunicación, junto a funcionarios de los tres poderes del Estado y todos los partidos políticos burgueses, hacen campo raso con todo vestigio del pensamiento libre y de solidaridad de clase, reforzando a cada momento expresiones burguesas sentadas en el individualismo como el “sálvese quien pueda”, y el “no te metás”. Y como conclusión de toda esta enajenación planificada el Estado, fiel a los intereses burgueses, debe intervenir para salvar la sacrosanta propiedad privada. Allí tenemos las designaciones del “Fino” Palacios primero, reconocido genocida de la última dictadura, pero cuando las papas quemaron el empresario y Jefe de Gobierno Mauricio Macri reconoció su “error” (¿?) o mejor dicho su obscena medida y designo a Eugenio Burzaco, civil defensor de la dictadura y reconocido partidario de la mano dura. Pero como la línea fascista no es ajena al resto de las esferas de la administración estatal, el “nacional y popular” Scioli desea rememorar tiempos en los que se dictaron leyes inconstitucionales como la Ley de Residencia de 1902. Intentando aprobar en el congreso provincial una ley que lleva por titulo: “Recuperemos la calle para la bonaerense” y menciona la “decencia pública”, con frases tan autoritarias como “susceptible de causar alarma o inquietud”, desea darle mayor vía libre a las fuerzas represivas para torturar y matar al proletariado, y su juventud especialmente.
Las intenciones están puestas en demonizar la pobreza, cuando sabemos que históricamente los excluidos de hoy son los desaparecidos de
ayer. Los sectores mas explotados de esta sociedad son los utilizados por la política burguesa y sus voceros como masa de maniobra, desde la culpabilidad de casi todos los actos de violencia, hasta el intento de cooptación en eventos públicos, o el rechazo a su condición de excluidos sumidos en la pobreza. Nuevamente Susana aporto diciendo “tengo terror a la pobreza”, o las famosas frases impulsadas por la clase dominante como “negro villero”, y demás yerbas.
Hoy no resulta ninguna novedad que la dictadura nos mato a 30 mil compañeros. Sin embargo, ¿Cuántos de nosotros somos concientes del genocidio planificado y ejecutado en los 26 años de esto que los propagadores de mentiras llaman democracia? O ¿los muertos bajo esta administración que se autodenomina nacional y popular, de los derechos humanos? Pero sin embrago un informe reciente de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI) registra 2826 asesinatos por parte del Estado solo desde 1996. De ese año hasta el 2003 el aparato estatal masacró a 1500 personas, incluidas las masacres de 19 y 20 de diciembre y Puente Pueyrredón. Lógico seria pensar que durante un gobierno “popular” como este las muertes se reducirían, pero no es lo que sucede: en 6 años (2003-2009), fueron masacrados 1320 hombres, mujeres y niños de nuestro pueblo, siendo una muerte cada 28 horas. Pero la mayoría de este genocidio se da en la mencionada provincia de Buenos Aires gobernada por el mismísimo Frente para la Victoria. Otro dato que desenmascara la planificación de este genocidio silencioso es que 7 de cada 10 asesinados son jóvenes de entre 15 y 35 años. Queda demostrado que este gobierno, al igual que los anteriores, no ha cambiado ni cambiara un ápice los planes que la burguesía financiera tiene para nosotros: explotación, exclusión, tortura y muerte.
“El que mata tiene que morir” dice Susana, y nosotros contestamos que el que viene matando, y hace mucho, es el Estado burgués. Estado que no termina nunca con la opresión, material y cultural, engañando a las mayorías. Opresión que no terminará hasta que ese Estado capitalista sea enterrado.