NO HAY REVOLUCIONES TEMPRANAS..... NACEN DESDE EL PIE!

27 abr 2010

La memoria, necesidad histórica de los pueblos en su liberación social.

"Hasta que los leones tengan sus propios historia dores,

las historias de cacería seguirán glorificando al cazador" Proverbio africano

La historia de los pueblos se intenta borrar a sangre y fuego, para evitar que eso que se llama memoria cumpla su función necesaria: ser continuidad integral de nuestra realidad actual.

Constantemente la clase dominante hace lo propio para enajenar nuestra cultura, nuestra historia, nuestro protagonismo en la vida cotidiana, y de esta manera imponernos SU verdad, SU historia, SUS héroes, etc.

Los espejitos de colores salen a la luz en cada uno de sus mentiras que intentan imponernos, y en la cultura del no recuerdo es permeable asumirlas como propias, o en el mejor de los casos no problematizar sobre ellas. Una táctica nada nueva, Joseph Goebbles, Ministro de Propaganda de Hitler afirmaba que “una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”.

Sin embargo debemos ejercitar la memoria, para romper a diario con la lógica de que la cultura e ideas dominantes de cada época, son las ideas de la clase dominante de cada época.

Si nos ponemos a observar y hacer archivo de las calles y bustos que llevan nombres en nuestras ciudades encontraremos un sin números de genocidas, aristócratas, burgueses, etc. y pocos o casi ningún laburantes. Si escuchamos lo que se dice del pasado día de la mujer, entenderíamos tal fecha como la de las novias digna de bombones y rosas, y no la de conmemoración de las obreras encendidas fuego por su patrón luego de una huelga por mejoras en las condiciones laborales. Si leemos los manuales con que enseñan a nuestros hijos la historia nacional oficial veremos que los guerrilleros eran hombres que vivían en la selva o en la ciudad, extraños a los intereses del pueblo y que nada tenían que ver con luchas de clases de la época. O si escuchamos de la dictadura encontraremos los discursos de que era un grupo de disparatados militares, ajenos a los objetivos de una minoría, que la clase después del 24 de marzo se fue a su casa y que al proceso lo derroco solo la guerra de Malvinas diseñada por el borracho de Galtieri dejando de lado la resistencia obrera y popular.

Pero así como enajenan nuestro trabajo todos los días, la clase dominante busca enajenar nuestra historia. Modificando, tergiversando y falsificando el contenido revolucionario de la verdad. Si hay algo que tiene nuestro pueblo trabajador es su historia de lucha, su grado de combatividad y honestidad en defender sus intereses, y eso es lo que persiguen que olvidemos.

Por este motivo fue que la clase dominante necesito de un partido militar que se encargue de ejecutar los planes necesarios para mantener y acelerar cambios en post de sus intereses. Miles de obreros murieron en los campos de concentración, en los enfrentamientos directos o en los campos de batalla del monte y ciudades nacionales. Esos mismos trabajadores que durante el proceso se encargaron de combatir la opresión enfrentando al ejercito que a punta de bayoneta los perseguía como en SAMTA, metalúrgicos, Telefónicos, petroleros, bancarios y tantos otros. Ni los más de 5 mil compañeros sindicalistas desaparecidos, ni la intervención de los sindicatos, ni la destrucción de las organizaciones revolucionarias de los 60´ y 70´ fueron suficientes para bajar el animo combativo del pueblo trabajador que sentía en carne propia como la dictadura masacraba por un lado y empeoraba las condiciones de vida por el otro.

Nuestra historia, nuestra condición de trabajadores, movilizadores de la rueda del mundo nos hace sujetos históricos con el deber de tener memoria. Memoria de los que murieron por nosotros, por nuestra causa, por nuestras mejoras y cambios estructurales en las condiciones de vida. Memoria de que jamás en la historia las minorías privilegiadas se suicidaron o regalaron beneficios si no por medio de la lucha intensa de los pueblos oprimidos. Memoria para entender el pasado sin la tergiversación de esas minorías. Memoria para el entendimiento necesario en la tarea de cambiar el futuro.